Siguiendo con la serie de la fauna salvaje en nuestros pueblos y ciudades, esta vez nos adentramos en la vida de estas aves más propia de grandes extensiones de agua como acantilados, ríos y lagunas.
De nuevo nos ocupamos de un grupo de aves acuáticas de gran porte que visitan nuestro parque urbano favorito. Tiene unas grandes láminas de agua protegidas por la férrea defensa de una bandada de ocas que dan la alarma y ahuyentan a los extraños que se aproximan demasiado a sus territorios de nidificación.
© Pablo Torras/www.countrysessions.org
Anteriormente nos hemos ocupado sucesivamente de martinetes, garzas y gansos del Nilo, que han probado suerte durante el final del invierno y el inicio de la primavera para establecerse, hasta que tienen que retirarse a causa de las fiestas locales, que con toda la parafernalia de casetas, atracciones feriales y actuaciones musicales nocturnas a todo volumen atraen a grandes multitudes de gente.
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Como avanzábamos en la introducción, el Cormorán grande (Phalacrocorax carbo) es un ave más propia de acantilados costeros, ríos extensos y lagunas, pero los últimos años se le ha visto en lagunas de los alrededores de Madrid e incluso en el río Manzanares, en su paso por la capital, en las zonas más protegidas por el denso tráfico de las autovías que impiden el acceso a los a los viandantes.
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Su enorme porte y el color negro de sus alas ya les hace resaltar en reposo, pero es en el momento que abre éstas para secarlas al Sol o al iniciar las maniobras de aterrizaje/despegue del agua cuando podemos observar la magnitud de su verdadera dimensión.
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Su cuerpo y plumaje están diseñados para ser un perfecto buceador en busca de las presas. Además, a diferencia de otras aves acuáticas, su plumaje no está preparado para aislarse del agua por lo que al humedecerse aumenta de peso y puede profundizar más en inmersiones que duran de 20-30 segundos.
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Como consecuencia de todo ello al salir a la superficie debe permanecer un tiempo con las alas extendidas para secarlas al aire libre.
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Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org
