Llega el otoño, y con él la característica flor de esta estación, que anuncia el cambio del tiempo y que se parece por su color al Azafrán.
Esta flor se parece por su color malva al azafrán (crocus sativus), pero sus pistilos son diferentes y muy distintas sus propiedades culinarias, ya que tiene colchicina, un potente toxico que no debe utilizarse para remedios de enfermedades sin el consejo médico.
El nombre de despachapastores le viene porque en cuanto aparecían estas peculiares flores los pastores tenían que ponerse en marcha, según nos comenta Dionisio Sanz, autoridad indiscutible en el tema que se inició en sus labores de pastor a la temprana edad de 11 años haciendo la trashumancia desde la sierra de Madrid hasta tierras extremeñas. Para superar la crudeza de la climatología sólo poseía una simple manta zamorana (nada de tejidos sintéticos especiales ni ropa técnica) y unas albarcas producto del reciclaje de neumáticos de coche.
Era la España que reflejara Delibes en su novela “Los Santos inocentes”, donde los amos caprichosos no atendían a razones lógicas y, al igual que en la novela, nuestro pequeño pastor tuvo que realizar todo el recorrido hacia el sur con una lesión de tobillo. El paso del tiempo y los duros golpes que ha tenido que enfrentar en la vida no han modificado su carácter afable y de fuertes convicciones. No será la primera vez que comparta con nosotros la sabiduría de sus conocimientos a ras de tierra.
Nosotros fuimos testigos de la aparición de esta flor en septiembre en la sierra de Madrid y de que nuevamente nos la encontramos mientras hicimos nuestro reportaje al sur, en el Parque de Cabañeros. Hoy os la traemos para que la conozcáis.
Para ver el reportaje pulsar sobre el Parque de Cabañeros
Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org
Yo siempre le oído llamar Atrapameriendas o Espantapastores, en la Sierra de Cebollera donde yo trabajo, donde la trashumancia también fue algo de vital importancia. Invito a todo el que le interese ese tema, a que visite el Centro de Interpretación de la Trashumancia, que hay en el puerto de Piqueras (La Rioja) Junto a la Venta de Piqueras.
Pero este no es el falso Azafrán. El falso Azafrán es el Crocus, que también tiene toxinas y ha diferencia del verdadero tiene los estambres amarillos y no rojos. Aquí también es muy común por toda la sierra y es siempre un motivo de debate entre ambas especies.
El crocus tiene un largo peciolo y sus pétalos soldados y el atrapameriendas o espantapastores no tiene peciolo y sus pétalos están sueltos.
Además de estas dos, hay otras cuantas flores en la sierra que tienen el mismo color, lo cual no estiendo a que regla natural se debe.
Muy interesante el árticulo Pablo, me ha gustado, sobre todo la foto de ese trashumande madrileño.
Un saludo.
Gracias por tus comentarios Juanjo, que nos ayudan a ser más precisos en nuestros artículos. La la familia de los crocus se conocen más de un centenar de especies, de las cuales el azafrán es solo una de ellas, el crocus sativus.
El nombre de falso azafrán lo he utilizado porque es la forma popular de para llamar a estas flores que por su aspecto exterior son parecidas al azafrán y de las que seguramente hay muchas variedades regionales.
Los intentos de comercializar el azafrán falso vienen de una planta cuya apariencia exterior no es en nada parecida, el cártamo (Carthamus tinctorius), que al mezclarlo con bicarbonato de sodio no tiene un color amarillo, sino que cambia a rojizo y por supuesto no tiene ni su aroma, sabor y propiedades.
La Sierra Cebollera de la Rioja es uno de nuestros destinos favoritos y esperamos pronto poder hacerte una visita.
Un Saludo,
Pablo