Artesanos de Sighisoara (Rumanía). Tras la pista de Papá Noel.

Seguimos en esta serie de Rumanía, desmontando algunos tópicos y descubriendo, en esta ocasión,  la riqueza humana del país.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Viendo el aspecto de este artesano podríamos pensar que por la paz y la bondad de su rostro habíamos seguido a Papá Noel hasta su residencia en el Polo Norte y le hubiésemos sorprendido en su minucioso trabajo de fabricar juguetes.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

No cabría pensar otra cosa si uno viviese en una torre medieval de cuento, con estrechas ventanas, puertas pequeñas en las que te tienes que agachar para no golpearte la cabeza al pasar, y todo un instrumental perfectamente ordenado y clasificado para el diseño de las piezas de cuero que se realizan de forma totalmente manual y personalizada. La única máquina, por así decirlo, que encontramos en el recinto, es más propia de un museo  de artes tradicionales que de la industria electrónico-digital.

Artesanos de Sighisoara © Pablo Torras/www.countrysessions.org

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

El tópico sobre los emigrantes rumanos cae sobre su propio peso y nos queda sobre la  conciencia si es justo el precio que pagamos por el producto que nos ofrece éste artesano.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Podría pensarse que estamos ante una operación de marketing a la que estamos acostumbrados el resto de Europa, en la que para conocer la labor de los artesanos, organizamos en las fiestas patronales un “mercadillo medieval” al uso, donde la gente se disfraza y acude a la plaza del pueblo a vender a sus productos  al turisteo. Pero en realidad encontramos éste lugar de casualidad. Vimos la torre, subimos por las escaleras exteriores  para comprobar la panorámica del paisaje de la ciudad rodeada de extensos bosques y al ver  la puerta abierta nos introducimos el pequeño recinto de trabajo.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Primero, tímidamente, intentando no molestar a su inquilino en su afanosa labor. Luego sabiendo que estábamos invadiendo su intimidad nos atrevimos a pedirle permiso para hacerle una foto, pero la amabilidad con que nos trató nos hizo reflexionar sobre cómo podíamos devolverle el favor y pensamos que la mejor manera era enviársela de alguna manera.

Nuestra sorpresa fue cuando sacó un pequeño móvil, de esos que desechamos nosotros, no porque no cumplan con su función de hablar por teléfono, sino porque cada vez aumentan más las aplicaciones que nos ofrecen y lo último para que los utilizamos es para eso, para comunicarnos  con otra persona. Pero volvamos a nuestro artesano, y su móvil. En ese momento, llamó a su hijo que estaba en España trabajando, para que le diese su dirección, para que nosotros le enviáramos la foto y la pudiese ver su nieta , a la que hacía varios años que no veía y a la que esperaba poder visitar en Navidades.

Poco a poco se le fue transformando la cara ante la posibilidad de ella viera la foto de su abuelo y nosotros poco a poco nos encontramos seducidos por su rostro, su taller, su trabajo y no quisimos perder ningún detalle de su entorno para poderlo plasmar en unas imágenes que la hicieran sentirse orgullosa de sus orígenes. Al final la niña tendrá su regalo, Papá Noel vendrá por Navidad.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org

Para ver las imágenes ampliadas pulsar sobre las mismas.