Hoy os mostramos un articulo bastante interesante de un ofidio el cual impone mucho respeto al ser humano, la víbora hocicuda, (Vipera latastei) , de nuestro fotógrafo Armando Aguilera.
Este ofidio, de cuerpo corto, grueso y cabeza ancha, ocupa monte abierto, siempre que existan abundantes refugios donde esconderse, bien sea matorral o piedras bajo las que guarecerse. En las montañas del sur es típica su presencia en las proximidades de fuentes y zonas de escorrentías, donde cazan al acecho presas de porte relativamente grande en relación a su pequeño tamaño, gracias a su potente veneno y al elaborado mecanismo de inoculación que posee. Su dieta está basada en micromamíferos, aves, reptiles y escasos invertebrados.
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En Cataluña, en lugar de ser en primavera, el celo es en otoño, y los machos entablan combates no cruentos en los que rivalizan colocándose uno junto al otro y a veces erguidos.
La víbora hocicuda (Vipera latastei) es vivípara y los partos suceden en agosto con camadas de 4 a 13 viboreznos que miden entre 17 y 19 cm.
Estudios hechos con estos ofidios en su medio natural, han calculado que pueden llegar a vivir hasta 9 años.
Texto y fotografías: © Armando Aguilera/countrysessions.org
Bibliografia: Reptiles Españoles
Datos de las fotografías
Cámara Canon EOS 60D
EF-S 10-22mm 1/25 f/11
EF 100mm macro 1/60 f/9
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