Doñana se seca.

Ayer se conocía la noticia. Según un informe de WWF-España, las marismas del Parque Nacional de Doñana se secarán en unos años si no se les garantiza un caudal anual de unos 200 hectómetros cúbicos de aguas superficiales y subterráneas, el triple del que recibe actualmente.

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©Andrés López / countrysessions.org

Según el  informe, se alerta  que Doñana apenas recibe un veinte por ciento del agua que necesita para mantener sus humedales, considerados unos de los de mayor biodiversidad de Europa.

También señala que el encauzamiento de ríos como el Guadiamar para desviar su caudal a regadíos o la apertura de más de mil pozos ilegales que roban agua del acuífero subterráneo para regar las 10.000 hectáreas de fresón dejan a las marismas de Doñana sin un caudal mínimo para su supervivencia.

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©Andrés López / countrysessions.org

Como consecuencia de estos cambios, la biodiversidad de este espacio protegido ha sufrido impactos de gravedad como la amenaza de supervivencia de aves ligadas a carrizales como el avetoro o la garceta.

En nuestro país tenemos precedentes graves y desastrosos como el caso de Las Tablas de Daimiel. A pesar de gozar de la protección de la figura de Parque Nacional, ha terminado desecándose por culpa de las extracciones de agua ilegales, por lo que esperemos que con Doñana, referente a nivel mundial de la naturaleza, no dejemos que ocurra lo mismo.

©Andrés López / countrysessions.