Llega el otoño y con él las primeras lluvias benefactoras para el campo
© Pablo Torras/www.countrysessions.org
Lo que normalmente llamamos en las grandes ciudades “Buen tiempo” no suele coincidir con el concepto de la gente que está en contacto con el campo como los agricultores. No olvidemos que aunque seamos mayoría la gente que vivimos en las grandes ciudades, seguimos dependiendo del campo para comer e incluso para beber y respirar.
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Lo que pueda parecer incómodo en las grandes ciudades por la lluvia porque supone atascos y pérdidas de tiempo, si no hubiese precipitaciones, la contaminación sería enorme y sólo gracias al efecto purificador del agua nuestras ciudades pueden ser respirables, más si alrededor de ellas existen bosques que produzcan oxígeno, y no olvidemos que tanto las cosechas como los pastos para el ganado de los que nos alimentamos no existiría sin agua.
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Después de una primavera lluviosa, todos deseábamos un poco de Sol, pero no nos engañemos, entre la primera foto y la de abajo, hay apenas una diferencia de un mes y medio. Las Garzas Reales, rapaces y todo tipo de fauna acuática, anidaron aquí, pero rápidamente tuvieron que desplazarse a sitios más húmedos.
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Las consecuencias ya las hemos visto este verano reflejadas en los incendios de toda España. Los expertos en el Cambio Climático ya nos han advertido, vamos hacia una era en que se alternaran las lluvias copiosas y torrenciales que arrastraran todas las tierras, con periodos largos de sequía. En nuestras manos está el ahorrar agua y en cambiar nuestros hábitos contaminantes.
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Todas las fotos han sido tomadas en el mismo sitio a menos de 20km de Madrid con una variación de tiempo de sólo mes y medio.
Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org
