A lo largo de Transilvania son corrientes las iglesias fortificadas para una mayor defensa del territorio contra las invasiones. Biertan es una clara muestra de ello.
Después de la época Romana Transilvania se hallaba despoblada y los reyes húngaros llamaron a los pueblos sajones para repoblarla y defenderse de las invasiones del Este. Entorno a una iglesia prácticamente cerrada al exterior se organizaba todo un sistema defensivo de murallas que acogía a la población de las casas.
Recuerdan el sistema de las Iglesias Románicas de la Península Ibérica, aunque aquí el estilo de que se trata es más bien el gótico con sus altas cristaleras.
Después de varias murallas concéntricas, se accede a lo alto de la colina mediante una escalera de madera que está protegida mediante un tejado. Esta escalinata las volveremos a ver en otras ciudades como la vecina Sirghisoara, ante la que decaerá en importancia posteriormente.
Es declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993 y no sólo por su sistema defensivo sino por todos los aspectos culturales y ornamentales.
Si bien el órgano posterior de la iglesia ya es suficientemente importante, no lo son menos las pinturas del retablo en el altar y la decoración de los altos techos
o la talla del púlpito desde donde se exhortaba a los fieles.
Sus tesoros y cámaras se encuentran protegidos por complicadas cerraduras de sus puertas que nos hacen pensar qué es más interesante artísticamente si el interior de las habitaciones o la misma cerradura que nos abre paso.
Junto a la Iglesia nos encontramos con una pequeña casa museo de cómo se vivía entonces y las herramientas que utilizaban en sus labores,
y una cripta con tumbas talladas en piedra de los personajes ilustres de la época. Pero lo que no puede faltar es volver de nuevo a la luz del exterior y subir por una de las escalinatas de la torre para divisar toda las casas, campos y bosques de la población a la que protegía.
El primer testimonio escrito data de 1283 y rápidamente creció hasta alcanzar su esplendor con un mercado de 5.000 habitantes sobre el que se edificó la iglesia fortificada alrededor de finales del S.XV. Hoy en día su población ronda las 3.000 personas y en ella se celebran la reunión anual de los sajones de Transilvania.
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Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org
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