Dice el dicho: «cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas«, y así estabamos nosotros, en pleno verano, pasando un fin de semana ocioso en el pueblo de Domingo García, en Segovia.
Fotografía: ©Angel Trotter / countrysessions.org
El hecho es que cuando un grupo de fotógrafos se junta para no hacer fotos, o termina bebiendo pelotazos entre charlas de fotografía, o termina haciendo fotos… porque seamos sinceros: nos puede «el vicio del botoncito«. El hecho es que estabamos pasando un par de días de descanso en una casa que tenemos en este pueblo segoviano, y entre vaso y vaso, café y café, nos pudo el vicio y nos acercamos a ver uno de los yacimientos de grabados rupestres a cielo abierto más importantes de la península ibérica que existen actualmente y que se encuentra en esta localidad.
Fotografía: ©Angel Trotter / countrysessions.org
Los grabados se extienden a lo largo de 12 km de longitud y cerca de 2 km de ancho y, precisamente, uno de los núcleos más sobresalientes es el de Domingo García, en el Cerro de San Isidro. Otros centros se encuentran en la zona de las Canteras, también dentro del término municipal de Domingo García, Bernardos, Miguelañez, Río Eresma, Dehesa de Carbonero y Ortigosa de Pestaño, ofreciendo entre todos ellos un conjunto de más de un centenar de figuras grabadas en la roca y datadas en época paleolítica. A estos grabados se les conoce con el término de petroglifo, que procede del griego y originalmente significa petro, roca, piedra, y glifo grabar, cincelar, es decir, grabado en piedra, habitualmente datado en época prehistórica o bien propio de una cultura primitiva.
Fotografía: ©Angel Trotter / countrysessions.org
Sobre estos grabados paleolíticos se superponen otras manifestaciones artísticas pertenecientes a épocas históricas posteriores. De entre ellos, los más arcaicos, parecen ser una serie de figuras humanas piqueteadas, bien aisladas, o bien formando composiciones y representaciones, fechadas en época postpaleolíticas entre el Neolítico y edad del Bronce; otros, también con figuras humanas aunque en esta ocasión agrupadas en escenas más complejas –cazas, rituales, luchas, jinetes con cascos y espadas-, probablemente fechados en el Bronce final y época del Hierro, quizá algunos prerromanos, y, finalmente, signos y símbolos medievales de clara adscripción cristiana. Actualmente, a excepción de los grabados paleolíticos, el resto se encuentra aún pendiente de estudio. Sin embargo, son los graffitis e inscripciones modernas, algunas de gran tamaño reflejando nombres completos, iniciales o simples trazos sin sentido alguno, los que han producido más graves destrozos borrando gran parte de las figuras originales y dando lugar a la presencia de muchos trazos incompletos de otras.
Calco del gran caballo de Domingo García.
Fuente: el adelantado de Indiana
Los que llevamos años andurreando por la zona sabemos de la existencia del gran caballo desde siempre. Es de esas cosas del campo que se pasan de boca en boca, de padres a hijos, y el gran caballo, el quizás más valioso grabado de todo el Cerro de San Isidro vivía muy tranquilo y feliz en su piedra, detrás de una zarza voluptuosa y que apenas dejaba visualizar todo el grabado. Sí, todos sabiamos que estaba ahí, detrás de la zarza. El hecho es que desde que se iniciaron los trabajos de investigación allá por los años 90 y la posterior creación del Parque Arqueológico, el caballo fue desprovisto de su zarza, para mostrarlo mejor, y desde entonces y debido a su exposición al vandalismo, ciertamente muy fácil en este lugar, nuestro caballo posee nuevas «cicatrices» en su lomo, graffitis y rallajos.
Fotografía: ©Angel Trotter / countrysessions.org
Fotografía: ©Angel Trotter / countrysessions.org
En el mundo del conservacionismo y la ecología en este país, siempre se ha manejado un dicho muy conocido «el mejor espacio protegido es el desconocido«, y en verdad que en numerosos casos, como este de los petroglifos de Domingo García, se cumple.
Enlace interesante para los que les interese el tema arqueológico: http://fs6.depauw.edu/~hersh/revista/issue3/secretos.html
©Andrés López / www.countrysessions.org
