Esta vez iniciamos una serie sobre Islandia, donde el interior de la tierra manifiesta toda su energía contra los fríos hielos del Polo Norte.
En el Parque nacional de Pingvellir podemos ver claramente cómo se manifiesta la falla entre las placas tectónicas de América y Eurasia y África recorriendo el Océano Atlántico de norte a sur y dando origen a toda una cordillera subacuática, la más larga del mundo, y cuya visibilidad al exterior son una serie de islas, que como en este caso, se encuentran en medio del Océano.
En este lugar se reunía la gente para ponerse en contacto entre ellas y dictar las primeras leyes que darían origen al primer parlamento Islandés. En la actualidad esta sede se ha trasladado a Reikiavik, lo que no quita que las sesiones más solemnes e históricas se sigan celebrando allí.
La falla de las placas tectónicas es tan evidente que si miramos a un lado tendremos la gran muralla de montes y piedras…
y en el otro, tendremos la llanura y el lago en el que desagua el glaciar de más al norte.
Al oeste, en el fiordo y en rojo, tendremos la también cercana capital de la isla.
Próximo al desfiladero que se ha formado se hallan unas fuentes de agua transparente y cristalina que reflejan el azul intenso del cielo ártico, aunque tristemente encierran la historia de que tras un juicio sumarísimo, se producían ejecuciones por inmersión en lo más profundo de su gélido estanque.
Despidámonos finalmente haciendo un guiño a los seguidores de la novela y a la serie televisiva que lleva su mismo nombre “Juego de Tronos” que se filmó en este lugar.
Pulsa sobre las imágenes para verlas ampliadas
Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org