Garceta grande

La garza blanca  (Ardea alba), llamada también garceta grande, es la más grande de todas las garzas blancas, llegando a medir cerca de 1 metro de altura, y a pesar entre 700 y 1500 gr. , aunque habitualmente pesa en torno a 1 kg.

Se caracteriza por su plumaje totalmente blanco, su largo pico amarillo y sus largas patas de color negro. El área entre el pico y el ojo tiene una cierta tonalidad verde. Durante la época de anidación, les crecen unos plumones en la parte posterior de apariencia suave, y que se pueden apreciar en la fotografía. Estos plumones fueron causa de su casi extinción durante el siglo XIX, ya que se pusieron de moda para adornar los sombreros femeninos, aunque afortunadamente en la actualidad la especie está fuera de peligro.

Garceta Grande (Ardea alba) © Javier Abad / countrysessions.org

Garceta Grande (Ardea alba) © Javier Abad / countrysessions.org

Es un ave que podemos ver prácticamente en cualquier parte del mundo. En concreto estas fotografías fueron tomadas en la ciudad de Belo Horizonte, en Brasil, aunque se puede ver fácilmente en Europa, África, Asia, Norteamérica e incluso Australia y Nueva Zelanda.

En Europa se distribuía preferentemente por la zona oriental desde donde se desplazaba hacía el sur en invierno, aunque en España está presente desde hace tiempo de forma habitual la subespecie Ardea alba alba, donde incluso ya está criando, en zonas como el Delta del Ebro.

Garceta Grande (Ardea alba) © Javier Abad / countrysessions.org

Se alimenta de peces, ranas y pequeños mamíferos, aunque no hace ascos a pequeñas aves y reptiles, que atrapa con su largo y afilado pico amarillo, que utiliza como arpón. Su método de caza es el acecho, esperando inmóvil a su presa o bien caminando hacia ella lentamente.

Garceta Grande (Ardea alba) en vuelo © Javier Abad / countrysessions.org

En vuelo es un ave elegante, colocando  su cuello en forma de «S», y extendiéndo completamente las patas, mientras bate lentamente las alas.

Suele anidar en colonias que agrupan diferentes de garzas. El nido se construye sobre cualquier tipo de vegetación: hierba en las orillas de lagos y estanques, manglares o incluso en los árboles. Normalmente ponen de uno a seis huevos, con un color azul celeste o azul pálido. La incubación es tarea de ambos progenitores y dura aproximadamente  25 días. A los 21 días, las crías comienzan a salir del nido, y a las 6 semanas ya se valen por si mismas.

Texto y fotografías: © Javier Abad / countrysessions.org

Datos de las fotografías
Canon EOS 30D y Canon EOS 50D
Canon EF 70-200 f/4 L IS USM