Llevo años visitando la iglesia de Santa María la Real de Nieva y su claustro. Siempre que estoy por la zona, encuentro un ratito para pasar a fotografiarla, de nuevo. A lo largo de estos últimos 20 años la habré visitado incontables veces con una cámara en la mano, pero no ha sido hasta este verano que la he disfrutado realmente a gusto.
Un nuevo sistema de iluminación dentro del edificio, gracias a la suscripción popular y el empuje de su parroco, han hecho que esta magnífica iglesia de la campiña segoviana luzca como nunca. Por fin se pueden admirar los techos, y sobre todo el pavimento enlosado de madera, que hasta antes de esta nueva iluminación no se había podido apreciar. Siempre daba la sensación que andabas por encima de un adamio endeble, debido a la oscuridad de la iglesia.
Como visitante aplaudo la iniciativa, y como fotógrafo, aún más.
©Andrés López / countrysessions.org