©Andrés López / countrysessions.org
Hace unos días, encontraba por internet y por pura casualidad una foto que me impactó: El templo católico de San Antonio de los Alemanes. Fue tal mi sorpresa que me puse muy nervioso. ¿Como podía ser que tal maravilla cultural y artística hubiera pasado desapercibida para mi todos estos años? Así que me puse a investigar sobre el asunto, con la intención de ir a fotografiarlo. Descubrí que este pequeño templo se encontraba en uno de mis barrios predilectos, Malasaña y que podía ser visitado.
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Así que allí estaba yo el domingo a las 10:00h de la mañana, esperando a que abrieran las puertas para la misa de 11:00. Llovía en Madrid. Poco, pero llovía. Me tomé un par de cafés a resguardo, mientras esperaba, y cada vez más nervioso. Empiezas a pensar cosas raras ¿me dejarán fotografiar? ¿tendré que pagar? mi economía está por debajo de cero… ¿habrá una barrera invisible que no deja entrar en estos sitios a los paganos y ateos como yo?… jejeje nada de eso. Pero si es verdad que cuando se me mete en la cabeza una foto, no paro hasta conseguirla, mejor o peor, pero quiero hacerla. De hecho, durante tres días no he tenido otra cosa en la cabeza, esperando al domingo por la mañana para poder disfrutar de esta perfecta maravilla de la historia y el arte.
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San Antonio de los Alemanes, o «La Capilla Sixtina de Madrid» como se la conoce entre la poca gente que la conoce cumplía todas mis necesidades intelectuales: cultura, arte en su máximo esplendor, y fotografía de algo grandioso y nuevo que nunca antes había conocido con mi cámara. Entrar por esa puerta y descubrir tal maravilla me dejó con la boca abierta, y puedo aseguraros que estuve más de cinco minutos sin hacer fotos, solo admirando cada detalle de paredes y bóveda.
No voy a aburrir con datos históricos, pues para eso ya está la página oficial del templo que lo explica muy bien http://www.realhermandaddelrefugio.org/index.php/la-iglesia
He realizado las fotografías de esta serie con cámara OLYMPUS OMD EM10 y un objetivo Samyang 7,5mm ojo de pez, con un ISO alto 800. La versatilidad y estabilización que ofrece esta cámara ofrece la comodidad de poder hacer este tipo de fotografía sin trípode, aunque el hecho en si de no utilizarlo, te impide conseguir más detalle en las partes más altas de la escena, como la cúpula. Aún así, los resultados son más aceptables.
De nuevo se vuelve a demostrar que siempre hay que estar investigando y buscando fotografías nuevas. Ese Madrid oculto que poco o nada se conoce está ahí esperando a que pasemos con una cámara de fotos. Tan solo hay que tener la inquietud personal y creativa para buscarlo.
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