El oso pardo se habitúa al hombre.

Según un reportaje del diario El País del pasado día 5 de este mes, los osos cantábricos se están acostumbrando al hombre, y es ya conocida la facilidad de avistarlos en libertad desde hace algún tiempo en lugares como Somiedo, en Asturias.

Oso pardo © Andrés López / countrysessions.org

Aunque la noticia podría sonar como muy buena, o como un signo evidente de la recuperación de una expecie al borde de la extinción en la Península Ibérica, podría tornarse como muy mala, pues una habitualización del animal al medio rural lleva consigo más ataques a la cabaña ganadera, colmenas, etc, y ya sabemos como se las gastan en este país la gente del campo con los animales y las plantas cuando se convierten en «incómodas» o molestas. No hay más que preguntar en algunas zonas de Galicia por el lobo y los incendios provocados.

La protección de este gran y emblemático animal que ha conseguido que no haya disparos desde hace ya años, ha hecho que poco a poco el animal le pierda el miedo al hombre y sus zonas de actividad. De hecho, según el reportaje parece ser que ya existen empresas extranjeras que utilizan como reclamo el avistamiento de osos para traer turistas a la zona. Esto también podría ser una noticia muy buena, pero también se ha demostrado a lo largo de estos años, que la presión que ejercen en el medio determinadas actividades turísticas ha provocado la pérdida de ejemplares.

Podéis leer el reportaje completo en El País.