Calatañazor, Soria


Hoy nos vamos de visita a uno de los pueblos mas singulares de Soria, Calatañazor, donde la leyenda dice que en el año 1002 se libró la batalla entre castellanos y leoneses de un lado, y el caudillo árabe Almanzor del otro, y se dice que allí «Almanzor perdió el tambor» .

Castillo de Calatañazor © Javier Abad / countrysessions.org

Sea como fuere, y aunque no hay documento que pueda asegurar o desmentir que allí ocurrió la batalla, así ha quedado en la memoria.

Nos recibe la imponente silueta del castillo, mirando al llamado «valle de la sangre», donde se supone que se disputó la batalla entre las huestes de Sancho García contra las tropas del califa.

Ruinas de la ermita de San Juan © Javier Abad / countrysesions.org

Acercándonos a la villa, podemos aparcar el coche junto a las ruinas de la ermita de San Juan, desde donde, ya avanzando a pie, nos iremos acercando a la ciudad. Lo primero que veremos será la  Ermita de la Virgen de la Soledad, desde donde ya divisamos las murallas.

Ermita de la Virgen de la Soledad © Javier Abad / countryessions.org

Avanzado un pequeño trecho de carretera, llegamos a las primeras calles adoquinadas de esta villa singular, y donde ya empezamos a ver las características de construcción típica de la zona.

Arquitectura tradicional © Javier Abad / countrysessions.orgS

El segundo piso de las casas se soporta por vigas de madera que nos dan cobijo, dejando en la parte de abajo unos soportales, y podemos ver también el tipico enrejado de vigas de la arquitectura popular de la zona.

Construcción con vigas de madera y piedra © Javier Abad / countrysessions.org

También podremos ver en la plaza el típico «rollo», o columna de piedra rematado con una bola, donde castigaban a los delincuentes, a los que dejaban luego expuestos para escarnio público.

El rollo © Javier Abad / countrysessions.org

Imagen de Almanzor © Javier Abad / countrysessions.org

Callejeando nos encontraremos también con el busto del caudillo Al-Mansur (Almanzor) por el que muchos conocen a esta pequeña ciudad.

Vistas del castillo desde las calles © Javier Abad

Ya divisamos la alcazaba del castillo mientras paseamos por las tranquilas calles (si hay suerte de no ser un día lleno de turistas) mientras nos fijamos en las típicas chimeneas pinariegas de forma cónica que hay en muchos de los tejados.

Chimenea conica Pinariega © Javier Abad / countrysessions.org

Y por fin llegamos a la explanada del castillo, del que apenas quedan parte de los muros exteriores, y desde donde se divisa una panorámica de todos los alrededores.

El castillo © Javier Abad / countrysessions.org

A través de una de las puertas abiertas en el muro, podemos ver la figura de la iglesia de Santa María del Castillo, que podemos contemplar con más detalle cuando atravesamos la puerta.

A través de la puerta, la Iglesia de Santa María del Castillo © Javier Abad / countrysessions.org

Vista de Santa María del Castillo © Javier Abad / countrysessions.org

Volvemos por donde llegamos, y en el camino hacia el aparcamiento nos tientan varios restaurantes, donde podremos degustar los famosos torreznos de Calatañazor, regados por un buen vino de la Ribera del Duero.

Restaurantes © Javier Abad / countrysesions.org

Sin duda un lugar agradable donde pasar un día del fin de semana, disfrutar de un pueblo muy pero que muy bonito, lleno de historia, y donde por cierto, se rodó la película de Orson Wells, «Campanadas a medianoche».

Texto y fotografías: © Javier Abad / countrysessions.org

Datos de las fotografías:
Todas las fotografías realizadas con Panasonic LX5, excepto la primera, realizada con Canon EOS50D y objetivo Canon EF 70-200 f/4 L IS USM