Siguiendo el curso del Urubamba, y desviándote hacia la región de Chincheros y con la visión al fondo de picos nevados de increíble altura, se encuentran estas salinas de miles de pozos de sal.
©Pablo S. Torras / countrysessions.org
Todos estos pozos cambian de colores según su orientación respecto al la luz solar. Fueron explotados en época incaica antes de la llegada de los españoles y tienen su origen en unas aguas subterráneas, que son desecadas al Sol con el paisaje al fondo de picos nevados de increíble altura.
Pero no todo es tan fácil. Esta explotación es el sustento de familias enteras que tienen que trabajar con los pies descalzos entre la sal. Todos contribuyen para sacarlas adelante, incluidos algunos menores que no tienen la posibilidad de ir a las escuelas cercanas.
Esto nos hace reflexionar sobre la responsabilidad que contraemos con ellos, por el sólo hecho de nacer en otro país, tener todo tipo de facilidades y una perspectiva de futuro mejor.
¿Para cuándo les llegará a ellos la globalización del estado de bienestar?
©Pablo S. Torras / countrysessions.org
Articulo perteneciente a la serie
Fotos de un Verano Terminado
- Fotos de un verano terminado (1): Potes, el paraiso artificial.
- Fotos de un verano terminado (2): Crónicas del Perú.
- Fotos de un verano terminado (3): Señales noruegas.
- Fotos de un verano terminado (4): Cambio de tendencias.
- Igreja de São Francisco de Assis o Igreja da Pampulha, Belo Horizonte (Brasil)
- Fotos de un verano terminado (5): Pieles.
- Fotos de un verano terminado (6): Arequipa.
- Las Salinas de Maras.
- La dureza del Altiplano
- Fiestas en el Valle Sagrado.
- Los noruegos y su afición a los coches antiguos.