Murcielago de herradura.

Esta semana revelamos en el cuarto oscuro una fotografía de nuestro fotógrafo Armando Aguilera, realizada en la costa mediterranea hace unas semanas. Se trata de un trabajo con barrera de infrarrojos para captar el vuelo de un Murciélago de herradura (Rhinolophus ferrumequinum)


Fotografía: ©Armando Aguilera

Datos de la fotografía:
Cámara Canon EOS 1D Mark III
Objetivo EF28-135mm.IS USM
1/300seg. f20
ISO 200
Iluminación usando 3 flashes
Fotocélula de infrarrojos

Era por la mañana temprano, mi amigo Vicente Moreno y yo habíamos quedado ese día para hacer fotos a un alcaudón que tenía localizado en la Laguna de Torrevieja, y entró al posadero que estaba montado en cuestión de unos cuarenta minutos aproximadamente, le hicimos las fotos correspondientes y recogimos todos los bártulos (hide, trípodes y cámaras). Como era media mañana nos fuimos a ver como andaba nuestra amiga la lechuza que el año pasado se le hizo una sesión fotográfica con buenos resultados llevándonos una gran decepción al ver que ya no estaba en el lugar de siempre, así que decidimos dar una vuelta de reconocimiento por la granja, la cual esta ya bastante mal por el abandono que tiene desde hace muchos años. Se me ocurrió ir a mirar en una sala de la parte baja, porque en otras ocasiones me encontré algunos murciélagos y no quise molestarles dado el clima frió de la época. Nuestra sorpresa fue mayúscula al ver que teníamos nueve murciélagos de herradura y el hueco de la puerta perfecto para hacer una sesión de fotografía de murciélago en vuelo. Salimos sigilosamente y sin molestarlos lo más mínimo y por la tarde nos pusimos a montar todo el equipo para hacer las fotografías de alta velocidad pasando por el hueco de la puerta correspondiente.

Los problemas técnicos para realizar esta fotografía no fueron muchos: colocar las dos cámaras porque tenían que estar muy juntas, la posición de dos flash que si no tenías cuidado entraban en el encuadre del fotograma y tener cuidado con el cableado del equipo de fotocélulas, cámaras y correspondientes flashes el cual teníamos que ir separándolos para pasar y ver como eran los resultados en los monitores de las cámaras. El rendimiento del equipo en general fue muy bueno por no dar ningún problema, tanto de conexiones como el buen funcionamiento de las baterías a pleno trabajo.Se empezó sobre las cuatro de la tarde a montar trípodes, cámaras, fotocélulas, cables y buscar el mejor encuadre. Y sobre las nueve y media o diez de la noche nos pusimos a recoger todos los bartulos.

Por echar un calculo de las fotos que se hicieron, puedo decir que alrededor de unas ciento ochenta, ciento noventa, de las cuales, buenas te puedes quedar con unas quince o veinte, y excepcionales, con tres, dos, según se quiera la utilidad.

©Armando Aguilera / www.countrysessions.org