Por San Blas la cigüeña verás… y el resto del año también.

Hoy, de forma no oficial, se celebra en España el día de la cigüeña. El dicho popular «Por San Blas la cigüeña verás» marca el inicio del buen tiempo anunciando la llegada de las Cigüeñas de sus cuarteles de invierno en África. Pero esto ya hace tiempo que ha cambiado, y el refrán se ha quedado obsoleto.

 ©Andrés López / countrysessions.org

 De alguna manera, la vuelta de las cigüeñas de su estancia veraniega en África, marca el inicio del buen tiempo aquí. Desde tiempos antiguos, en el entorno rural se decía «por San Blas la cigüeña verás» marcando el 3 de febrero como el término del invierno crudo y el inicio del buen tiempo, el cual vienen buscando las aves.

La cigüeña blanca (Ciconia ciconia) ha sido una especie en España que ha tenido una recuperación grandiosa. Si bien es cierto que durante algunos años estuvo muy deteriorada y sus poblaciones eran vulnerables, un cambio de la actividad humana y la adaptación radical de estas aves a la nueva situación, propició que rápidamente sus poblaciones fueran mejorando. La proliferación en los entornos humanos de vertederos, propician a las aves alimento fácil y durante todo el año. La cigüeña supo aprovechar esta nueva oportunidad y en estos momentos, no hay vertedero en España que no tenga entre sus visitantes alados habituales, un buen bando de cigüeñas en busca de restos de alimentos de los humanos.

©Andrés López / countrysessions.org

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Los vertederos no solo han traido a la cigüeña comida. De hecho, esta condición que por supuesto es mucho más cómoda que intentar todos los días buscar el sustento en el campo, también ha provocado que este animal ya no le apetezca marcharse cuando empieza a llegar el frío a nuestro país. Como ave migratoria que es, la cigüeña escapa del frío ibérico a finales de agosto, viajando al sur, a África, donde pasa el invierno, y vuelve a nosotros cuando aquí comienza el buen tiempo. La ventaja que le proporciona el alimento fácil en los vertederos, ha hecho que el frío no sea el condicionante para marcharse. Y es por esto, que desde hace ya una década, podamos ver cigüeñas durante todo el año en muchos lugares de España.

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Pero los vertederos también le han traido problemas a la cigüeña, pues lo que se echan al buche, ni mucho menos es más saludable que lo que de forma natural antes conseguían en la Naturaleza. Un alto índice de mortalidad de estas aves se debe a la ingesta continua de gomas elásticas, que se cree confunden con lombrices (esas típicas gomas de papelería color carne y otros colores que usamos habitualmente en el trabajo para sujetar documentación) Las gomas no son digeridas y se quedan en el estómago, convirtiendose en poco tiempo en una bola compacta que termina matando al animal. El otro gran problema son las cuerdas, que estas aves utilizan para arreglar sus nidos. Las cuerdas, especialmente las fabricadas con plásticos y usadas muy habitualmente en el empacado de paja en los campos, se van anudando a las extremidades de los cigoñinos en el nido, en patas, en alas, provocándoles graves heridas por estrangulamiento y la muerte. Y lo que es aún peor, el que sobrevive a las heridas provocadas por las cuerdas, muchas veces termina agonizando colgado de ellas. La joven cigüeña en el nido, sin saber que está atada por sus patas, cuando ya tiene su plumaje completo comienza a practicar sus primeros vuelos sobre el nido. Muchas veces la cuerda tira del animal provocándole que se caiga del nido. Al estar atado, queda literalmente «colgando» del nido boca abajo, sin posibilidades de recuperarse. Durante horas se mantiene en esa posición, hasta que muere. De nuevo, pequeñas acciones nuestras cotidianas, como tirar a la basura una goma, o una cuerda, provoca en la Naturaleza un desastre y una crueldad.

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La cigüeña blanca es nuestra ave más conocida. Gusta de vivir cerca de nosotros, en los tejados de iglesias y casas de nuestros pueblos. Incluso se acercan ya a las grandes ciudades. Sus crotoreos nos recuerdan que pertenemos a ese mundo que hay más allá de los semáforos y los grandes centros comerciales. Así pues, celebremos que por San Blas la cigüeña verás… y el resto del año también.

Texto y fotografías: ©Andrés López / countrysessions.org