Marco Polo. A photographer’s journey

Hay libros que te entran por los ojos, los ves y decides comprarlos. Otros, en cambio, ya solo el título te  invita a adquirirlos. Esto último fue lo que me paso hace unos años con este libro: «Marco Polo. A photographer’s journey».

 
Estaba observando la sección de unas conocidas tiendas madrileñas, famosas por los ofertas en libros de gran formato que de vez en cuando ofrecen, unas palabras se metieron en lo más profundo de mi mente. MARCO POLO; VIAJE DE UN FOTÓGRAFO. Eran suficientes para sin dudarlo coger ese conjunto de 500 páginas y llevármelas a casa.
Después de eso disfrute enormemente con esta pequeña joya, editada por White Star, en el que el gran fotógrafo Michael Yamashita describía su viaje siguiendo la ruta de Marco Polo. El libro, según cuenta su autor, surge casi como instrumento para lavar una afrenta. A mediados de los noventa una historiadora del Museo Británico aseguraba que Marco Polo jamás hizo el viaje que en su obra «Libro de las Maravillas» aseguraba que había hecho. Yamashita, fotógrafo freelance habitual de National Geographic, se vio con la obligación de defender al viajero veneciano, el cual se había cruzado de muy diversas formas en su vida. Yamashita, además de estar especializado en Asia, había fumado cigarros Marco Polo, había dormido en un hotel del mismo nombre, había tomado un barco homónimo, entre otras muchas cosas.

Si esto sucedió hace varios años, ¿por qué lo estoy incluyendo en la sección qué estamos leyendo? Sencillamente por que muchas veces los libros los lees, los disfrutas, los coleccionas, los olvidas por otras adquisiciones más reciente, pero siempre están ahí, son como los buenos amigos. Así que esta tarde, paseando la vista por la librería, de repente Marco Polo ha brillado con más fuerza que el resto de libros de su alrededor y así ha acabado en mis manos.
Una buena taza de te caliente, música tranquila sonando y Yamashita transportándome a lugares lejanos con sus maravillosas fotografías. ¿Qué más se puede pedir una fría noche de invierno?
© Miguel Ángel Fernández / countrysessions.org