Media mañana de un soleado día de invierno. Los niños están en el colegio y la gente está trabajando o dedicada a sus quehaceres cotidianos. La hora de sacar a los perros ha pasado y parece que es el tiempo de estirar las piernas y echar unas carreras.
Los conejos del parque miran a su alrededor y se lanzan en unas locas carreras sin sentido, solamente por el placer de correr. Se trata al parecer de unos conejos domésticos asilvestrados que alguien soltó y que se debieron cruzar con otros conejos del bosque cercano junto al polígono industrial.
Al igual que sus congéneres, que encontraron refugio junto a los taludes de las autovías o de las vías del tren AVE donde tienen prohibido disparar los cazadores, estos simpáticos animales se encuentran a sus anchas y han proliferado de tal manera que de vez en cuando es necesario hacer una batida para que su número no sea excesivo.
Tienen una función doble, por un lado habituar a los niños a admirar y respetar los animales del campo y, por otra, los conejos que se capturan son soltados en otros sitios donde las enfermedades y la caza excesiva los han diezmado. No olvidemos que son la dieta principal de animales tan emblemáticos y escasos como las rapaces e incluso el mismo lince.
Texto y fotografías: ©Pablo S. Torras / countrysessions.org
Articulo perteneciente a la serie
Fauna Urbana
Sí, es precioso ver como la irresponsabilidad de los humanos que abandonan animales domésticos provoca una plaga urbana de conejos no adaptados a la vida silvestre que sufren una vida para la que no están preparados y son periódicamente sometidos al exterminio por un ayuntamiento irresponsable. Precioso, sí precioso.
Hola Jaro, gracias por tu comentario. No estoy de acuerdo contigo, por lo menos en el enfoque que das a tu comentario. El autor no ha hecho referencia en absoluto a que esto esté bien o sea «precioso» como afirmas en tono sarcástico. Los humanos somos irresponsables en todo lo concerniente a la Naturaleza, como es este caso. Lo de plaga urbana dudo que sea así, y la adaptabilidad de estos animales está más que demostrada, no solo aquí, sino en infinidad de lugares donde se hacen sueltas con ejemplares criados en cautividad. Finalmente, la palabra «exterminio» es demasiado fuerte, creo que gratuita. Hay que ser realista, los descastes de este tipo son extrictamente necesarios al no existir depredadores naturales que controlen la población.
Particularmente a mi me da buen rollito saber que en un parque urbano, existen unos conejos que se muestran tal y como son, y que ofrecen a los transeuntes urbanitas y sus hijos, un trozito de naturaleza en un entorno totalmente desnaturalizado y que todos y todas olvidamos demasiado a menudo. Un saludo.
Gracias por expresar tu opinión Jaro porque nos da la oportunidad de matizar los malentendidos que se puedan producir al explicarme.
Como dice Andrés, en ningún momento he intentado dar la sensación en el artículo de que estaba de acuerdo con el abandono de animales domésticos a su suerte, de hecho podrás ver lo que pienso al respecto en un artículo del mismo blog con fecha 28 de dciembre, previniendo sobre el regalo en Navidad de mascotas animales.
Desde que escribiste el comentario, he podido finalmene contactar con la gente que se encarga de controlar el aumento de la población de conejos en el parque para que me ampliaran la información de la nota de prensa del Ayuntamiento. Me han comentado que los animales capturados que sean domésticos e hibridados se les pone un chip y se donan a una asociación.