Hebrón. Por medio km2.


Soldado israelí – ©Angel Trotter / countrysessions.org

Son las ocho de la mañana y salgo de Bethlehem en dirección a Hebrón. Estamos a tan sólo 35 km. pero se han convertido en dos horas de viaje. El tema de los check point me esta empezando a cansar, es siempre la misma rutina de prepotencia. Si vas en autobús se sube un soldado por la puerta de atrás y otros dos por delante, de manera que queda un soldado en medio que es el que comprueba los pasaportes o los permisos de permanencia en el país y los otros dos, con el dedo en el gatillo, son los que se encargan de darle cobertura en prevision de «algún problema«.


Check Point de Hebrón – ©Angel Trotter / countrysessions.org


Check Point de Hebrón – ©Angel Trotter / countrysessions.org

Conseguimos pasar al «otro lado«. El trabajo de hoy consistía, entre otras actividades, entrevistarnos con mujeres palestinas recién salidas de las cárceles israelíes y hacer unos talleres con Yolanda Saenz  de Tejada, perteneciente a una ONG, con niñas del colegio Córdoba. Hasta aquí la teoría, pero os voy a explicar porque no ha podido ser como estaba previsto, y más a mi favor la actividad se ha hecho en la calle rodeado de soldados israelíes apuntantonos con sus ametralladoras. En la parte antigua de Hebrón se encuentra un asentamiento de colonos judíos llamado Kiriat Arbat donde viven cuatrocientos colonos y para custodiarlos, el ejercito israelí ha desplazado a cuatro mil soldados. Dentro de este asentamiento, en la H2 (que es como lo llaman los palestinos) se encuentra el colegio Córdoba y también hay una mezquita que en sus últimos cincuenta metros antes de llegar hay que pasar por tres de estos check point. En el primero de estos tres puntos de control es donde están hechas estas fotografías de hoy porque los soldados no «veían seguro » el dejarnos pasar. Así que gracias a un observador que se encarga de vigilar a los que nos vigilaban a nosotros, ha conseguido el efecto contrario. Ha entrado en la escuela y ha sido él mismo el que ha sacado a las niñas para pasarlas al otro lado del puesto de control. Estupefactos por el imprevisto han salido varios soldados para ver que pasaba. Junto con otros fotógrafos, una señora nos ha dejado subir a la azotea de su casa y como consecuencia también se han subido a la azotea de enfrente otro grupo de soldados para vigilarnos. Se trataba de críos pero no dudaban en encañonarlos desde el tejado, tanto a ellos como a nosotros, mientras hacíamos la foto de las crías pintando un mural en el suelo de la mano de Yolanda.


Alumnas del Colegio Córdoba – ©Angel Trotter / countrysessions.org


Soldados israelíes en la azotea – ©Angel Trotter / countrysessions.org


Niño palestino – ©Angel Trotter / countrysessions.org

Os cuento un poco más de Hebrón. En lo que es la ciudad viven 180.000 personas frente a los 400 colonos custodiados, como dije antes, por 4.000 soldados. En el centro está prohibido el tráfico de coches  y  peatones palestinos, y tan solo han habilitado un metro de acera y en un solo sentido para que se pueda pasar andando, es decir que no sirve para nada. Imaginaos que solo se pudiera andar por un metro de ancho de la calle serrano y en dirección a la puerta de Alcalá, pero si quieres volver hacia atrás te tienes que ir andando hasta Getafe a dar la vuelta. Aunque parezca surrealista así es. Hebrón era una ciudad prospera y de las más ricas de Palestina. Cuenta con una gran industria textil, de vidrio y zapatos. De las 1879 tiendas de hace unos años, el ejercito ha cerrado 512 y otras 1.141 también han cerrado por falta de mercado y por el efecto dominó. El 76% de los comercios de la ciudad ha desaparecido y tan solo unos artesanos, como el zapatero de la foto, intentan sobrevivir con el día a día.


Vista de la ciudad de Hebrón – ©Angel Trotter / countrysessions.org


Pintada ofensiva contra los Palestinos – ©Angel Trotter / countrysessions.org


Casa destruida por los colonos – ©Angel Trotter / countrysessions.org


Zapatero artesano – ©Angel Trotter / countrysessions.org

Mañana no tengo claro aún donde voy a ir, osea que será sorpresa para pasado. Por cierto por la noche asistiré a la misa del gallo. Os deseo una feliz Nochebuena en compañía de los que más queréis.

Desde Hebrón,
©Angel Trotter / countrysessions.org