Como fotógrafos estamos acostumbrados a buscar grandes paisajes, enormes animales, espectáculos que nos dejen sin habla. Todo esto es lo primero que se no viene a la mente cuando pensamos en una imagen espectacular. Pero muchas veces no nos damos cuenta que la belleza se encuentra en todas partes.
Paseando una mañana por la campaña inglesa descubrí este diente de león lleno de rocio, el cual me invitó a sacar el macro y disfrutar un buen rato fotografiando la belleza existente en sus pequeños detalles. A pesar de mis esfuerzos las imágenes no alcanzan a reflejar la belleza que mis ojos vieron y mi mente recuerda.
Datos de la fotografía:
Nikon D300
Objetivo Tamron 90mm f/2.8
1/200s. f:36
ISO 200
Texto y fotografía: © Miguel Ángel Fernández / Countrysessions.org