RIOTINTO

Texto © Pablo S. Torras
Fotografías © Country Sessions

Esta es la historia de un pueblo volcado en la industria minera. Su origen se remonta a no se sabe que época. A decir verdad los más viejos de la localidad no lo recuerdan bien porque pertenece a la pre-historia. Todavía se mantienen los antiguos dólmenes.

Su pasado reciente está ligado a los ingenieros ingleses. Tanto es así, que todavía existe un barrio que nos hace transportar a este país amigo, aunque eso sí adornado con los tradicionales naranjos andaluces que dicen dieron origen a la mermelada de naranja inglesa.

Las fabulosas obras de ingeniería desplazaron ingentes cantidades de tierra que al contrario de las minas del carbón del Norte, se ven matizadas por lo variado de sus colores. Cuando las minas han dejado de ser rentables económicamente para extraer mineral, este legado que la mano del hombre ha impreso en el paisaje, puede ser la ocasión para nuevos retos.

El fuego de sus bosques en el 2004 no hizo mejorar la situación con respecto a la flora y la variada fauna que existía en la zona. Pero como la presión humana no es muy fuerte, queda sitio para la esperanza, siempre que se pongan los medios adecuados. En el poco tiempo que estuvimos pudimos comprobar lo cerca que está de otros ecosistemas andaluces.

Últimamente el futuro interplanetario ha venido a llamar a las puertas de Río Tinto en forma de investigación sobre las formas de vida microscópica que se han abierto paso en unas condiciones tan adversas, que se pueden asemejar a las de los planetas más cercanos al nuestro.

Fotográficamente los juegos de colores y formas de sus ríos y minas nos hicieron desarrollar nuestra imaginación con paisajes en miniatura o con composiciones naturales que envidiarían cualquier pintor. ¿La realidad supera al arte o el arte es Naturaleza?