La Estación de Canfranc y el viaje iniciático de la vida diaria.

La estación de Canfranc tiene una historia por sí misma digna de una película, de hecho ha servido como decorado de algunas filmaciones y evoca todos los tópicos de los trenes.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Enclavada en medio del Pirineo de Huesca, es el último paso fronterizo hacia Francia y a través de un largo túnel supera la increíble barrera geográfica de esta cordillera. Con su estilo característico, tiene todos los ingredientes para alimentar un sin fin de historias. Fue la carta de presentación de España ante el extranjero y por sus vías se alimentaron multitud de leyendas durante la gran guerra europea. Hoy se debate entre convertirse en un hotel de lujo o en reiniciar su utilidad de conexión entre dos países.

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Las estaciones de  trenes, al igual que los puertos de los barcos, las paradas de autobuses y de tranvías y, más modernamente los aeropuertos, nos inspiran toda una serie de metáforas sobre el viaje de la vida y son muchas las expresiones al respecto como «perder el tren», «el último tranvía», o coplas como las de la canción «él vino en un barco…»

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Son una oportunidad  en la que hay que tomar una decisión  en la que “embarcarse” y tomar un determinado camino. Pero la realidad no suele ser tan dramática, y estas decisiones de los viajes iniciáticos son apenas imperceptibles en un primer momento, de lo contrario los cambios radicales pueden llevarnos al aturdimiento de estímulos nuevos en vez saborear el estreno de cada una de las nuevas sensaciones. Como dice la Canción de Serrat:

“Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar

Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.

Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir”

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Vamos con nuestra mochila del pasado a cuestas y el cambiar de escenario nos puede suponer ver todo desde un punto de vista diferente si estamos abiertos a la experiencia. Para ello tendremos que continuar vigilando la nueva dirección traviesa a traviesa de la vía, día a día, momento a momento, «mimando» nuestra relación con los demás. De otra manera podemos descarrilar o acabar en la  “vía muerta” de la rutina .

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

El viaje está en nosotros, es una actitud con pequeños cambios diarios que parecen no llevar a ningún sitio pero  que suponen una decisión y un rumbo definitivo.

Para escuchar la canción pulsar sobre el enlace Hoy puede ser un gran día

(Joan Manuel Serrat)

Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.

Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.

No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.

Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.

Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.

Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.

Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.

Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org