Aliados de las cosechas. La Víbora Hocicuda (Vipera latastei)

Cuando llegan los calores del verano algunas veces podemos tener la suerte de contemplar estos magníficos animales que nos protegen de las plagas de pequeños roedores de nuestros campos.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

La tradición popular y religiosa estigmatizó a todas las especies de los ofidios, sin tener en cuenta que son más los beneficios que producen que sus posibles perjuicios, más en un año lluvioso como éste propicio a la proliferación de los roedores que pueden asolar nuestras cosechas. Las alternativas de inundar nuestros campos de productos químicos más caros y dañinos para la salud humana debería hacernos qué pensar.

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Por otro lado, frente al gran depredador que es el ser humano, estos animales sólo atacan cuando son molestados y reservan su veneno sólo para casos realmente necesarios, para cazar pequeñas presas o defenderse.

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Al igual que se realizan campañas para proteger seres únicos como puedan ser los grandes felinos, se deberían realizar otras en favor del mantenimiento de estos animales en su entorno para que no sólo podamos observarlos en cautividad, en las condiciones normalmente penosas de la mayoría de los zoológicos.

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Son pocas las especies venenosas de serpientes en la península Ibérica. Una de ellas es ésta, la víbora hocicuda, pero las incidencias de su mordedura son pocas comparadas con otros animales venenosos .“De las 1.500 a 2.000 personas mordidas por víboras cada año en España, sólo fallecen entre 3 y 5, menos de la mitad de las que mueren por reacciones alérgicas tras picaduras de avispas y abejas”

En su morfología destacan la característica franja en zig-zag de la espalda, la forma triangular de su cabeza, la pupila en vertical del ojo y la pequeña elevación final de su hocico, a la que debe su nombre común.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

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Suele vivir en roquedos soleados y está perfectamente diseñadas para avanzar por ellos, permaneciendo camuflada ante sus múltiples depredadores.

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La hembra suele parir en verano. Las crías nacen con una longitud de 15 cm., llegando a ser de 60 a 70 cm en los adultos.

Para saber más sobre cómo actuar ante sus mordeduras pulsar sobre el enlace Víboras de la Península Ibérica.

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Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org