En verano nos plantearnos cómo combatir los calores en las grandes ciudades, pero a veces nos olvidamos de echar un vistazo a las soluciones que nos ofrecen esos pequeños pueblos acostumbrados a convivir con este problema estacional.
© Pablo Torras/www.countrysessions.org
En los llamados “países desarrollados”, medimos el progreso por la cantidad de electrodomésticos que poseemos. Claro que luego tendremos que inventar algo para ver qué hacemos con sus efectos colaterales.
© Pablo Torras/www.countrysessions.org
Éste es el claro ejemplo del Aire Acondicionado. No es que estemos en contra de este avance sino de su mal uso. Cuando el anticiclón del verano se instala en las grandes ciudades, sustituimos la contaminación de las calefacciones invernales por la que producen estos aparatos.
Nos dejamos llevar por la “eficacia” inmediata que se consigue al apretar un botón y nos olvidamos de su falta de “eficiencia”, ya que para su funcionamiento y fabricación originamos unos niveles de contaminación que contrarrestan su efecto aumentando la temperatura del planeta y deteriorando nuestra salud respiratoria.
© Pablo Torras/www.countrysessions.org
Los pueblos que han tenido que vivir varios siglos bajo el influjo de las altas temperaturas han resuelto el problema encalando las paredes de sus muros para reflejar calor hacia fuera, han diseñado patios interiores que producen un juego de sombras con refrescantes corrientes de aire y, finalmente, colocan en las paredes diferentes niveles de plantas que oxigenan el ambiente y mantienen un nivel de humedad acentuando los olores de las flores.
© Pablo Torras/www.countrysessions.org
Por el contrario nuestra “moderna” respuesta al problema son los llamados edificios inteligentes totalmente acristalados y cerrados que dejan pasar la radiación solar y originan graves problemas respiratorios y de alergias a la gente que trabaja en ellos.
Afortunadamente, cada vez son más los arquitectos que han aprendido la lección de los pueblos del sur y dan un papel preminente a las plantas. Éste es el caso del muro del edificio del Caixaforum.
© Pablo Torras/www.countrysessions.org
Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org
