Búho lechoso africano. (Bubo lacteus )

El búho lechoso es uno de los depredadores nocturnos de África menos conocido, más difícil de ver y  uno de los más versátiles.

Cuando uno visita África por primera vez intenta ver los “cinco grandes” (Leopardo, León, Elefante, Búfalo y Rinoceronte). Siendo el leopardo uno de los más difíciles de observar de los cinco por sus costumbres nocturnas y por estar agazapado entre las ramas de  los árboles.

Pero un animal de similares costumbres nocturnas y de ocultación en los árboles, es ésta rapaz mucho más difícil de observar que el leopardo. Es toda una suerte encontrarse con uno de estos magníficos ejemplares, muchas veces olvidado en favor de otros animales más demandados visualmente por sus grandes diferencias con los de nuestros países de origen. El bubo lacteus no se encuentra en la lista de animales en el camino de la extinción, pero sí en serio peligro.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Lo de magnífico ejemplar no es sólo una exageración o una percepción subjetiva. El búho lácteo natural del continente africano, es uno de los búhos más grande del mundo, con una longitud media de 66-71 cm,  una envergadura con las alas extendidas  de 2 m. y un peso medio de 4 kg.,  que están diseñado para cazar silenciosamente por la noche. En inglés también es conocido comunmente como Giant Eagle-owl.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Ocupa diferentes hábitats, incluyendo sabanas secas, bosques abiertos y hábitats ribereños. Este magnífico ejemplar lo pudimos observar en el delta del Okavango en la sabana cerca de un río. Es uno de los grandes  depredadores nocturnos.

Normalmente se alimenta de palomas, mangostas, liebres y otros mamíferos de tamaño medio, pero es uno de los pocos animales capaces de alimentarse de puercoespines  y, si se tercian, caerán bajos sus garras peces, aves acuáticas como las garzas y flamencos,  e incluso pequeñas crías de leopardo o guepardo.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Su rostro tiene los característicos discos faciales, perfilados con plumas negras y sus ojos de color oscuro contrastan con unos párpados de color rosado  y las características plumas puntiagudas que le coronan. Su periodo reproductor dura de marzo a septiembre, incuba los huevos durante unos 40 días y las crías  dejan el nido a las nueve semanas aunque pueden permanecer junto a sus padres hasta tres meses.

Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org