Sucedió en la pasada edición de la Semana de la Moda de Castilla y León celebrada en Burgos.
©Angel Trotter / countrysessions.org
Ya nos duelen los oídos de escuchar tanta frase como las de la famosa de turno con aquello de «por mi hija mato» y demás estupideces, como cuando luego van a una fiesta de Disney cobrando por asistir y ya de paso se llevan a los niños para que disfruten (lo normal). Pero claro, sin que se les hagan fotos a los niños por los cuales ellos tienen un caché por ir a esas fiestas.
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En fin, un gran numero de incongruencias. Pero una de las cosas que mas me irritan es la explotación infantil, porque para mi hacer desfilar a esta niña es explotarla. Llora, se ríen de ella cuando llora porque «hace gracia» una chinita en Burgos.
La música para ella es atronadora, se angustia y nadie la ayuda. Ni siquiera la madre que está entre el público. Madre que luego viene donde estamos los fotógrafos a pedirnos que le regalemos las fotos de su hija llorando porque, y cito literalmente: «estaba monisima desfilando«. ¿Desfilando? Aquello fue un duro trauma para la cría y a nadie pareció importarle demasiado.
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¿Donde está el defensor del menor en estos casos? ¿Se puede hacer algo a parte de protestar, que todos sabemos ya que no conduce a nada?
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Normalmente este tipo de señores estan como los maniquís, para que les vean.