Escarabajo coracero.

Esta semana revelamos en el cuarto oscuro una fotografía de nuestro fotógrafo Armando Aguilera, realizada en alta velocidad. Se trata de una expectacular toma de un escarabajo coracero en vuelo.

Escarabajo coracero ©Armando Aguilera / countrysessions.org


Datos de la fotografía:
Cámara Canon EOS 1D Mark III
Objetivo Canon EF 100mm. f/2.8 Macro USM
Flash: 1 de Canon y 2 de Nikon en modo manual con etapa de potencia a 1/8
1/250seg f22
ISO 500

Mañana de domingo de un cálido día de primavera por el Parque Regional del Sureste. Recorría uno de los caminos que atraviesan la zona de la Marañosa desde el pueblo de Perales del Río a los pinares que bordean el caserío de Tío Eulogio, cruzando el río y saliendo a la Escuela de Protección Civil de la Comunidad de Madrid. Cuando me sorprendió al dar un pequeño giro en el camino una barrera cerrada con un candado mas grande que una mano, impidiéndome cruzar al otro lado del río por su correspondiente puente. ”Increíble señores» un camino publico desde hará la torta cortado por una barrera haciéndolo de uso privado, otra puerta en el campo por algún terrateniente sin escrúpulos y avariento que si le dejaran nos quitaría el aire que respiramos. Por mi boca salían culebras, sapos, rayos y centellas. Me di media vuelta hacia el coche refunfuñando entre dientes, cuando se me posó en el brazo un escarabajo anaranjado que rápidamente volvió a salir volando hacia una de las planta en flor que estaban en el camino, al seguirle con la vista veo que no estaba solo, unos quince o veinte congéneres le rodeaban, era como si ese día se pusieran todos de acuerdo para salir a visitar todas las plantas con flor que se encontraban en el campo, era un frenesí de idas y venidas de flor a flor, aterrizajes y despegues que estos últimos lo realizaban con una parsimonia monótona cuando conquistaban el dulce néctar de sus pétalos.

Me vino a la cabeza la foto y me puse manos a la obra. Busqué una que se encontrase aislada con un fondo difuminado, contrastado y agradable a la vista. Monté la cámara con la regleta macro, dos flashes a los lados y el tercero por el lateral derecho para darle volumen, siluetear con un toque suave y darle textura al fotograma. Esperé con el mando de disparo eléctrico en la mano que abriera los élitros para salir a volar y accioné el disparador de la cámara con la velocidad de ráfaga en alta velocidad (10 disparos por segundo). En las primeras intentonas tuve que modificar el encuadre porque se veía pequeño el escarabajo en la foto y quería que se viera mas motivo que campo verde, una vez hechos los ajustes de distancia pertinentes las fotos se fueron sucediendo una tras otra correctamente y con la debida espectacularidad que andaba buscando.

©Armando Aguilera / countrysessions.org