Señorio de Chinchón

Nuestro fotógrafo Armando Aguilera nos trae en esta ocasión un reportaje sobre el castillo de la localidad madrileña de Chinchón.

Sobre una pequeña colina, situada al sur del pueblo de Chinchón, se yergue una fortificación que domina toda la villa colindante. El castillo de Chinchón.

Si comprobamos en los planos la planta del castillo, este está constituido por dos cuerpos cuadrangulares unidos, y con esquinas rematadas en fuertes torreones cilíndricos. El mayor de estos dos bloques (58×55 metros), es el cuerpo principal al que se articulan las otras estructuras.

El grupo principal de estancias estaba situado en la zona noroeste, donde sus habitantes disponían de hermosas habitaciones, y donde además se encontraba la cocina, cuya presencia se hacía notar por la gran chimenea que la coronaba. En esta esquina se emplazaba la que podría ser la torre del Homenaje, que se divide en tres cuerpos rematada en cuatro capiteles de pizarra.

La entrada principal, en el lateral sudeste, está formada por un arco de medio punto dentro de un marco adintelado, ambos realizados en sillería. El puente que salva al foso es de un sólo arco y sobre él descansa la pasarela levadiza de madera. La puerta de acceso da a una cámara abovedada desde la cual se pasa al patio de armas. Sobre ellas se encuentra el escudo de armas de los Condes, que se encuentra en un buen estado de conservación.

 En el año de 1.521, un fuerte ataque de los comuneros dejo al castillo muy dañado. El tercer Conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, decidió demoler también lo que había quedado en pie, y comenzó la construcción del actual castillo sobre el mismo emplazamiento, y utilizando parte de los materiales del viejo castillo. La autoría y cronología exacta de las distintas fases de las obras son desconocidas hasta la fecha. Su realización se estima que fue entre los años 1590 y 1598.

El Conde Diego dice en su testamento que llevaba gastados cincuenta mil ducados sin haber salido de los cimientos. Teniendo en cuenta la estrecha vinculación que tenía el tercer Conde de Chinchón con la corte de Felipe II, es muy posible que intervinieran en su construcción maestros asociados a las obras de la corona o especialistas en fortificaciones, conocedores de las innovaciones introducidas en las construcciones defensivas.

El castillo estuvo bien conservado hasta el año 1705, en que sufrió las consecuencias de la guerra de Sucesión, al ser ocupado por las tropas del ejército del Archiduque de Austria, comandadas por el Marqués de las Minas y por unos generales ingleses que instalaron en él abundante artillería. Posteriormente sufrió un incendio en la parte noroeste a consecuencia del almacenamiento de cáñamo.

Un siglo después, en 1808, durante los tres días de asedio a Chinchón, sufrió el expolio y el incendio por parte de la Brigada Polaca, al mando del mariscal galo Claude Perrin Victor. A partir de entonces, parte de sus materiales se aprovecharon en la reparación de caminos, cercas y casas. A lo largo del pasado siglo XX fue utilizado como fabrica de licores, y desde 1974 forma parte del Conjunto Histórico-Artístico de Chinchón.

Fotógrafías realizadas con cámara compacta y con cámara réflex digital EOS 30D con objetivo zoom 17-85mm. con polarizador

Texto y fotografías: © Armando Aguilera / countrysessions.org