Dificultades y peligros de fotografiar fauna en África.

En esta ocasión revisamos una foto subida a la galería personal de  uno de nuestros fotógrafos de countrysessions, para mostrar el cómo se hizo.

En los viajes a Africa lo mejor es hacer caso de los guías nativos expertos que nos ofrecerán con su experiencia grandes oportunidades para localizar la fauna salvaje y que nos dirán cuando podemos acercarnos a los animales y cuando no, especialmente en el caso de los animales más peligrosos.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Este leopardo  estaba a algo menos de 6 metros de la cámara, pero se paseaba tranquilamente al amanecer a nuestro lado (tanto que se podía ver la sombra del coche sobre él), al igual que más tarde una pareja de leones que literalmente estaban junto a las ruedas. Esto se debe a que el olor del gasoil del coche disimula el del cuerpo humano y porque si no estamos de pie, ni hacemos ningún movimiento  brusco, nos identificará como un todo con el vehículo y no importará que estemos en un asiento completamente al descubierto.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

De igual manera,  habrá también unos momentos en que podremos poner pie en tierra y sentir el desafío que supone estar en inferioridad de condiciones con los grandes animales con los que no podemos competir no sólo en fuerza  o velocidad de escape, sino también en la capacidad de percibir con sentidos tan fundamentales como la vista, el olfato  o el oído.

El conocimiento previo que hayamos adquirido antes sobre el comportamiento animal para preparar el viaje y los mismos guías, nos hará saber cuándo estamos superando las mínimas normas de seguridad y nos retiraremos en situaciones tan aparentemente inocentes  (para los desconocedores de la fauna salvaje) como la visión de hipopótamos con crías cerca del campamento de las tiendas iglú (la mayor parte de accidentes mortales en África son debidos a los hipopótamos).

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

En otra ocasión nuestro grupo tuvo que alejarse a toda prisa, con la frágil barcaza, de la proximidad de un hipopótamo que se sintió amenazado y se sumergió por debajo de la misma  con intención de volcarla.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

De la misma forma, cuando íbamos por  el río nos interpusimos accidentalmente en el camino de paso de una manada de elefantes y rápida pero ordenadamente tuvimos que retroceder. Sin embargo luego pudimos acercarnos plácidamente a fotografiar otros elefantes desde dicha canoa.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Por circunstancias que no vienen al caso, cuando  he estado en África, he ido por mi cuenta  o con agencias de viaje no especializadas en safaris para fotógrafos, pero aún así, el sentido común nuestro y la profesionalidad de cualquiera de las agencias  hacía que fuéramos nosotros los que nos amoldáramos a los horarios de los animales y no al revés. Vamos que no es un viaje para los que les gusta la playa, con el refresco servido por un camarero al lado nuestro y para los que no quieran madrugar.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Datos de la 1ª fotografía:
Canon 40D. Objetivo Canon 70-200mm EF 2.8 IS USM
Distancia sujeto: 5,83m. Tomada a las 06:37:34 horas
1/500 sec, f/5,6
ISO: 400

 

Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org