La Serranía de Andújar es uno de esos rincones que todavía quedan en España que nos ofrece el deleite del paisaje y de una fauna salvaje, entre la que se encuentra el lince.
Después de una jornada agotadora que comenzó bien de madrugada en Madrid y cuando todo parecía que ya se había acabado porque el sol se ocultaba tras unas nubes grises que amenazaban con ponerse a llover, el día nos regala unos rayos de del astro rey que le dan ese color especial que nos gusta a todos los amantes de la luz, fotógrafos o no.
Fue un lujo poder observar así la serranía, con la tierra esponjosa, con tal cantidad de agua que no la podían absorber ni el suelo ni los regatos. La hierba crecía por todas partes y los animales no podían creer tal espectáculo para su alimentación. Nada que ver con un paisaje que pudimos contemplar y que teníamos clavado como una espina cuando la visitamos hace varios años y tras una gran sequía veíamos que algunos grandes animales morían de inanición.
Esperemos que se mantenga así y que la presión por observar su fauna más emblemática no la ponga en peligro.
Datos de la fotografía:
Canon EOS 40D
Objetivo Canon EF 70-200 IS USM
f/5,6 ; 1/250seg.
ISO 250
Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org