Escorpiones una esperanza contra el cáncer cerebral

Los escorpiones son unos de los arácnidos que más miedo provocan a las personas en cuanto los ven, pero han resultado ser una de las líneas de investigación contra el crecimiento de uno de los más resistentes tumores, los cerebrales, ya que por su situación no se pueden radiar. 

Cuando el animal está en actitud defensiva como  en la fotografía, impone respeto. El aguijón tan peculiar que está al final de su cola, tiene una glándula repleta de neurotoxinas, que sólo utiliza para los momentos excepcionales como la caza de pequeñas presas o para defenderse de sus numerosos depredadores.

Los escorpiones, junto con las arañas y las serpientes, siempre han tenido mal acogida entre los humanos, cuya actitud va desde el miedo ancestral a la fascinación. No obstante las serpientes además de la iconografía religiosa, en la que representan el  mal que hay que aplastar, son el símbolo de los remedios farmacéuticos.

Buthus occitanus ©Armando Aguilera/countrysessions.org

Buthus occitanus ©Armando Aguilera/countrysessions.org

En realidad son tan solo unos animales más de la cadena de la vida, y si por ignorancia nos dedicamos a erradicarlos, no sólo nos perderemos unos de los remedios más eficaces para combatir el cáncer cerebral, fortalecer el mecanismo inmunológico y ser utilizado para evitar rechazos en trasplantes  o contra la artritis reumatoide, sino que el pecado de nuestra prepotencia de «animal superior» tendrá su penitencia con el desarrollo de numerosas plagas de insectos y pequeños roedores que asolarán las cosechas de las cuales nos alimentamos.

La mayoría de los escorpiones son inofensivos para los humanos, pero su picadura suele ser muy dolorosa y requerir el uso de analgésicos. En los casos más graves, su veneno neurotóxico puede provocar malestar, sudor, palpitaciones cardiacas, dilatación de las pupilas, salivación, náuseas, vómitos, e incluso diarrea, por lo que si se notan cualquiera de estos síntomas es importante acudir al médico.

A veces, y de manera excepcional, pueden darse reacciones agudas, normalmente de carácter alérgico y causar disminución de la consciencia, convulsiones, bajada de la presión sanguínea, shock y, en consecuencia, peligro de muerte.  En el caso de los niños, ancianos o personas con defensas bajas, hay que extremar las precauciones.

El escorpión que aparece en estas fotografías es un “Buthus occitanus”, el escorpión más común en la península ibérica. Con poco más de 4.50 cm de longitud, tiene una picadura dolorosa para el hombre pero sin causar la muerte. Son cazadores depredadores nocturnos que durante las horas diurnas se refugian debajo de piedras donde hacen sus nidos. Son muy resistentes a las temperaturas extremas como el frío y pertenecen al club exclusivo de los pocos animales que pueden ralentizar su metabolismo hasta que lleguen condiciones más favorables.

Detalle de ojos y aparato masticador ©Armando Aguilera/countrysessions.org

Una característica bastante curiosa que tienen estos arácnidos es que emiten una fluorescencia de color cian cuando son iluminados con luz ultravioleta. En medio de la oscuridad relucen como si fuesen lámparas andantes localizándolos con mucha facilidad. Esta característica fue descubierta casi simultáneamente por el zoólogo italiano M. Pavan y el zoólogo sudafricano R. F. Lawrence en el año  1954 y supuso una revolución en el estudio de la biología y ecología de estos animales, ya que a partir de ese momento fue posible localizarlos y observarlos por la noche usando lámparas de luz negra.

Para saber más sobre las características del escorpión pulsar sobre los enlaces subrayados.

Textos y fotografías:  Armando Aguilera/countrysessions.org

Datos fotográficos:

Cámara EOS-1D Mark  III
Objetivo macro  EF 100mm f/2.8 USM
f/16     velocidad  3sg    ISO 100
Flashes, regleta macro
Condiciones controladas