Después de las copiosas lluvias el campo ha dado sus frutos y las praderas se han llenado de flores. Antes de llegar los calores definitivos de la estación veraniega todavía es posible ver algunas orquídeas.
Los cambios propios de la climatología de la primavera, alternan los calores con los fríos intensos, las lluvias copiosas y los grandes vendavales.
Este último tipo de orquídea crece en forma de espigas de multiflores que presentamos, fue posible fotografiarlo entre el frío de la nieve que mantenía la humedad del suelo y los vientos que recorrían las praderas cercanas a la sierra de Madrid.
Texto y fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org