Seguimos con la visión que tienen los niños de los fenómenos de la naturaleza a través de sus narraciones. Nosotros solamente la ilustramos con nuestras imágenes.
La Madre Naturaleza es una señora muy importante para nosotros que vive el campo y, aun teniendo millones de años, que es cuando nació, no envejece. Ella ha diseñado las estaciones para reflejar el paso de sus edades.
La estación de Primavera. Se viste con un traje verde, hecho de hojas.
Convierte todo a su alrededor en rojos y en campos verdosos.
Hay veces que llueve. Esto es porque la Madre Naturaleza llora por la belleza de los paisajes que ha diseñado.
En Verano, la Madre Naturaleza se hace trajes amarillos con arena.
Los prados, antes verdes, se convierten en amarillos, a juego con ella.
El Otoño, sufre mucho, porque tiene que rapar a algunos árboles para hacerse trajes con sus hojas.
En la época otoñal suele llover, porque la Madre Naturaleza está triste ante la calvicie de los árboles.
En Invierno, cubre todo con un gélido manto blanco que las personas llamamos nieve.
Es entonces cuando los ojos de la Madre Naturaleza se vuelven azules,
su pelo blanco
y ella empieza a tener amigos.
Y cuando el Invierno se acaba….la Madre Naturaleza vuelve a ser niña.
Cuando finaliza la primavera, se hace adolescente.
Cuando el verano termina se hace adulta,
Y cuando el otoño llega a su fin, se hace anciana.
Por eso, la Madre Naturaleza nunca muere. Pero su peor enemigo son los humanos, que la están destruyendo. Ahora la primavera es cada vez mayor; y el invierno lo acaba como si tuviera 130 años.
La Madre Naturaleza ha traído unos seres al mundo para ayudarla: los árboles.
Sin embargo, las personas también matamos a esos seres maravillosos día a día.
Por eso, es deber de todos cuidarla más, y rejuvenecerla para que podamos seguir disfrutando de sus diseños.
(David)
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Texto y Fotografías: © Pablo Torras/www.countrysessions.org