La realización de fotografía de Naturaleza durante muchos
años, y hasta nuestros días, se ha caracterizado por
la búsqueda de imágenes difíciles de especies
animales, especialmente aves, y curiosamente esas fotografías
son más valoradas cuanto más en peligro están,
o más difícil es conseguir los permisos pertinentes
de la administración regional o central para poder desarrollarlas.
Esta tendencia, como digo, excesivamente valorada y elogiada tanto
entre fotógrafos como en los medios audiovisuales comerciales
que mayoritariamente consumen imágenes de Naturaleza, ha sido
la mayor causa de perjuicio contra otro tipo de fotografía
de naturaleza, que lejos de espectaculares imágenes de animales
salvajes, también transmiten la belleza y la defensa de una
Naturaleza salvaje.
Bajo
mi opinión, la fotografía de Naturaleza, al igual que
cualquier otra tendencia o especialidad creativa, debe ser algo más
que la persecución de los objetivos comerciales que pretenden
compradores y consumidores. La rotura de las reglas comerciales y
la búsqueda de nuevas escenas, es el mejor síntoma de
una actividad en constante evolución y mejora.