Rincones de Madrid: La Casa-Museo de Sorolla

Este es uno de mis sitios preferidos de Madrid. Lo visité por primera vez cuando era pequeño y me llevaba mi padre a ver los museos.

Claro que él nació en la calle del Prado y su diversión preferida, entonces no había «plays» ni nada que se le pareciera, era ir a visitar el museo del Prado y comprobar cómo los copistas sacaban de una hoja en blanco, con apenas cuatro trazos, una imagen que transmitía todo tipo de emociones. Entonces nadie iba al Museo del Prado.

Este museo no es tan conocido como las grandes pinacotecas del tirángulo de la cultura, es de dimensiones humanas. En realidad es la casa que se construyó Sorolla después de abandonar su querido Mediterraneo cuando tuvo la posibildad de instalarse en Madrid tras varios viajes por el extranjero. Se nota que está construido a medida. Empezando por el jardín, que construyó a imagen de los jardines y patios andaluces, con sus fuentes, baldosas de colores, flores y rosales que le servirían de inspiración.

Las habitaciones están igualmente hechas con  un estilo granadino, ventanas árabes dobles que separan las habitaciones, juegos de espejos que aumentan la iluminación y que sirven a su vez como ventanas que muestran diferentes cuadros, austeros muebles castellanos traídos de sus viajes que realizó por provincias para poder pintar su serie «Visión de España», esculturas por aquí y por allí que le servirían de modelo, y las colecciones de cerámica andaluza y de Talavera.

Lo que más me gusta son los cuadros que se había resevado para tener cerca. Nada de grandilocuencias de reyes montados a caballo y militares que parecen que van a un ballet. Sólo realizará cuadros de batallas al principio de sus carrera cuando la moda reinante impedía otra forma de darse a conocer. Sus cuadros son de  gente de la calle, científicos investigando, cuadros del realismo social como el de la Trata de Blancas o los que reflejan las duras faenas marineras  o escenas familiares que le acompañan siempre, como el de su esposa  con su hijo en la cama.

© Javier I. Sanchís / Countrysessions.org

Después del contacto con las corrientes luministas del extranjero vendrán las escenas con niños de la playa o los paseos de las mujeres por la orilla del mar. Cuando ya alcanza la  consolidación de su figura es contratado por la Hispanic Society de América para reflejar los diferentes  paisajes de España, alterna los grandes cuadros con pequeñas reproducciones que realiza con la rapidez y facilidad de su mano maestra, y después de las penalides pasadas para realizar estos cuadros en condiciones climáticas muy duras y ya en su exsplendor se centra en Granada.

Pero como no podía ser de otra forma, en lo  que más se fijó fue en los diferentes rincones y ambientes que se comunicaban unos con otros, sus parques, sus fuentes y las vistas de los paisajes que se divisaban desde las ventanas de las murallas.

La Casa-Museo de Sorolla es una buena opción cuando los ruidos y las prisas de la gran ciudad nos agobian. Es el momento para pasar una agradable tarde o mejor  incluso, una soleada mañana de domingo, recorriendo sus salas y jardines .

C/General Martinez Campos

Martes a Sábados 9,30 a 20,00 horas

Domingosy festivos 10,00 a 15,00 horas

Texto y fotos: Pablo S. Torras / countrysessions.org