Hay que arrimarse.

Cuando hicimos nuestro reportaje sobre el Parque Nacional de Monfragüe, tuvimos la oportunidad de cruzar una finca de aprovechamiento ganadero, dedicada al cerdo de «pata negra«, criado con bellota.


©Armando Aguilera / countrysessions.org

Discurriendo por la pista que cruzaba la finca, de pronto nos encontramos con casi un centenar de pequeños «gorrinos» que pastaban tranquilamente, y como perritos, se acercaban a los coches y a nosotros con una expresiva cara de curiosidad.

Sin dudarlo un momento me tiré del coche para buscar esa fotografía para completar el reportaje del parque nacional. En casi todos los destinos de tema natural o de medio ambiente, siempre queremos buscar esa parte de relación del entorno con las gentes del lugar, y en esta ocasión, la situación era más que propicia.

Pronto me di cuenta que conseguir la foto con unos bichos tan activos y nerviosos iba a ser casi imposible. Además cuanto más me «arrimaba» para buscar ese punto de vista diferente que mostrase los animales desde un ángulo bajo y mostrando el fantástico entorno de la dehesa extremeña, más se me acercaban ellos con la lógica pérdida de enfoque y un cierto «acojone» a un mordisco. No es la primera ni la última vez que alguien se ha llevado un «viaje» de un cerdo, por cierto bastante peligroso.

La verdad es que las fotos que tomé nunca me han convencido, pero sirvió por lo menos para darse cuenta que para todo en la vida hay que «arrimarse» sin miedo.

©Andrés López / countrysessions.org