Después de un verano caliente, en el que nuestros bosques y montes han ardido sin control, por culpa de delicuentes ambientales y la mala gestión política, quiero hacer un alegato en favor de unos ancianos que resisten en nuestra geografía, y que no deberían ser noticia por su ejemplaridad, ya que nuestro país debería disfrutar de muchos como ellos, pero la mayoría han perecido por culpa de llamas, hachas y conciencias poco sensibles.
- ©Andrés López / countrysessions.org
Hoy quiero presentaros al Pino Morgas, un pino piñonero segoviano, y que su singularidad le ha hecho merecedor de estar incluido en el Catálogo de Especies de Singular Relevancia de la Junta de Castilla y León.
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Posee un perímetro de casi 6 metros en su tronco y llega a una altura de 24 metros. Su copa tiene una embergadura de 25×24 metros y es visible por encima de las copas de los arboles de su alrededor desde varios kilómetros de distancia. Es un ejemplar imponente, tan solo tenéis que fijaros en las imágenes y observar la proporción junto a los vehículos.
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Es un verdadero «anciano», con más de 350 años, y escritos de 1492 (el año del descubrimiento de America) ya hablaban de ejemplares similares en la zona.
El Pino Morgas se encuentra a la entrada del segoviano pueblo de Nieva, en la comarca conocida como Tierra de Pinares. Junto a la carretera, el Pino Morgas pasa su vida, expuesto a vehículos, una zona recreativa con barbacoas prácticamente bajo sus ramas y sinceramente, bastante indefenso ante las amenazas que hoy día penden sobre nuestras masas forestales.
Si pasais por la zona, no dejéis de visitarlo, y darle un buen abrazo en el tronco. Seguro que os lo agradece.
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