Un bosque de sequoias en Cantabria

En esta ocasión visitamos un bosque de magníficas sequoias , pero no tendremos que desplazarnos hasta California, sino que lo podremos ver aquí mismo, en la península ibérica.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Las sequoias (Sequoia supervivens) son originarias de Estados Unidos y sólo se pueden ver fuera de allí en algunos jardines botánicos con fines ornamentales o como una curiosidad científica. Lo que menos se espera uno es en encontrarse un auténtico bosque en el norte de España. Son fruto de la política de autoabastecimiento de la época franquista. Estos árboles comparten con los eucaliptos que son de un crecimiento relativamente rápido y por ello muy apreciados por las industrias madereras. Por contra, un crecimiento tan rápido demanda una gran cantidad de agua del terreno.

Bosque de sequoias © Pablo Torras/www.countrysessions.org

Afortunadamente estas sequoias se salvaron de la tala y hoy podemos disfrutar de 848 ejemplares en unos terrenos  de Cabezón de la Sal que sirven de vivero para otras especies como el Eucaliptos (Eucalytus globulus), pinos (Pinus radata), roble americano (Quercus rubra), castaño japonés (castanea crenata) abeto de Douglas (Pseudotsuga menziezii) y hayas (Fagus sylvatica) entre otras.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

Aunque está señalizada, la entrada al bosque casi pasa desapercibida desde la carretera y  nos introduce enseguida en una masa forestal que por la  altura y  diámetro  de sus troncos (comparar con los pinos cercanos) hace que la luminosidad y el calor del verano desaparezcan enseguida, invitando al paseo, al recreo familiar y hasta  sentarnos en uno de los bancos situados en su interior que incitan a la lectura y la meditación como si nos encontrásemos dentro de un templo de formidables columnas.

Ejemplar de sequoia © Pablo Torras/www.countrysessions.org

 

Vista de las ramas de una sequoia © Javier Abad /www.countrysessions.org

Los árboles  apenas han sido podados, por lo que contrasta la verticalidad y el grosor de sus troncos, con la horizontalidad y delgadez de las ramas muertas iniciales, dando una sensación extraña, casi mágica,  que nos retrotrae a la época de los antiguos totem indios de América del Norte.

Paseo principal © Pablo Torras/www.countrysessions.org

Sin embargo, en cuanto alzamos un poco la vista, al ver el entramado y la frescura de hojas nuevas comprendemos rápidamente porqué la luz baja drásticamente a pesar de la época del año y hasta  nos obliga a ser cuidadosos con el trípode siendo las horas centrales del día.

Hojas viejas hojas nuevas © Pablo Torras/www.countrysessions.org

Por si ésto no fuera es suficiente, se puede subir por una pista forestal del Monte Corona hasta la ermita de San Esteban que nos ofrecerá unas espléndidas vistas del bosque, de Comillas o del Parque Natural y Ría de Oyambre.

© Pablo Torras/www.countrysessions.org

La mejor manera de llegar a su emplazamiento es tomar la salida de la A8 hacia Comillas, y a unos 500 metros de la salida, encontrareis la señalización a la izquierda, junto a un pequeño aparcamiento donde podéis aparcar vuestros vehículos.

Para saber más, visitad los enlaces:

Cabezón de la Sal: Tradición, cambio y futuro

Wikipedia

Tenéis un mapa con la localización aquí

Texto y fotofrafías: Pablo Torras © countrysessions.org