Vías pecuarias. O los tiempos cambian, o cambiará el tiempo.


©Pablo S. Torras / countrysessions.org

Cuando esta primavera venía de Extremadura  para Madrid me detuve a observar de primera mano cómo estaba la central de nuclear de Almaraz. Lo primero con que me topé fue con esta imagen: una vía que se suponía  que era una vía pecuaria, se convirtió de buenas a primeras en una carretera de dos carriles. No es de extrañar. En aras del progreso vamos arrinconando cada vez más  nuestro contacto con el campo. Olvidamos muy rápidamente que si las plantas dejaran de producir la fotosíntesis nuestras reservas se acabarían rápidamente.

Este hecho de desaparición de las vías pecuarias y de las cañadas reales es ya tan frecuente que ha sido necesario celebrar anualmente el día de la trashumancia  dejando pasar por la mismísima calle de Alcalá de Madrid  unos cientos de ovejas para recordarle a la capital sus orígenes agrícolas ganaderos y que esta calle  todavía está considerada cañada real. Esta ceremonia se ritualiza con el pago simbólico de unos maravedíes (moneda antigua) por la utilización de los prados de la villa.

Como dice Ecologistas en Acción: “La trashumancia proporciona numerosos beneficios, no sólo ambientales, para el conjunto de la sociedad. El paso del ganado aumenta la fertilidad de nuestros suelos amenazados por la desertificación, al incorporar estiércol y otros restos vegetales a su paso. Además, algunos de los bosques más importantes de nuestro país se han desarrollado y conservado gracias a esta práctica, como los pinares de Guadarrama o la Serranía de Cuenca, los hayedos y robledos de la Cornisa Cantábrica o los encinares y alcornocales de Andalucía y Extremadura. Los animales se alimentan de materia fácilmente combustible actuando eficazmente en la lucha contra incendios… Los efectos también son positivos para la flora, al contribuir cada oveja a la dispersión de más de 5.000 semillas al día, unos cinco millones de semillas por rebaño, y a la fauna silvestre, sobre todo aves, que depende de los espacios abiertos pastoreados. Por otra parte, este tipo de ganadería es la más eficiente aprovechando superficies pastables, consumiendo recursos que no compiten con la alimentación humana, como rastrojos, hojas de vid o pastos, algo especialmente importante en el contexto actual de crisis alimentaria. Esto permite a los rebaños ser prácticamente autosuficientes, no dependiendo su alimentación de piensos importados que –dado su elevado precio- están poniendo en jaque la rentabilidad de las explotaciones ganaderas más intensivas”.

A su vez Ecologistas en Acción propone crear una marca de calidad diferenciada para que el consumidor identifique estos productos ganaderos, que se acaben las trabas burocráticas para pasar de una comunidad a otra y el reconocimiento mediante ayudas para el desarrollo rural en compensación por la labor que realizan.

Estos caminos que recorren la Península de norte a sur y de este a oeste, son el contrapeso a la compartimentación cada vez mayor del campo por los vallados de los cotos de caza o las protecciones de las grandes infraestructuras del AVE o de las autopistas que aíslan a las poblaciones animales y las llevan a su desaparición o a una pobreza genética de las especies.


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Según Benigno Varillas, el papel de las mujeres en la trashumancia es fundamental, ya que la masculinización de la vida rural lleva a los jóvenes a una situación insostenible por la que emigran a la ciudad y se pone en peligro el relevo generacional. El 80% del territorio español es rural pero concentra a una población de sólo dos millones de personas, entre las que faltan mujeres, porque desde los años 70 empezaron a emigrar a las ciudades para trabajar, en la mayoría de los casos en el servicio doméstico.


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Cada vez es más infrecuente esta otra imagen en la que se ve una señal de tráfico de una vía pecuaria aislada por el crecimiento de la vegetación a su alrededor. Esperemos que la explosión final de la burbuja inmobiliaria impida la codicia de la fiebre constructora que invade estos caminos y que sea sustituida por empresas más rentables y acordes con la sostenibilidad y la economía real, como son las energías renovables como solar y la eólica. Por cierto, el día del vendaval que recorrió toda España hubo que desconectar los aerogeneradores porque la red eléctrica no podía asumir tanta cantidad de energía y era más fácil parar este recurso que las centrales térmicas, nucleares o hidroeléctricas.


©Pablo S. Torras / countrysessions.org

Al margen de la polémica de la desaparición de la energía nuclear, Almaraz ya está apostando también por EL CAMBIO DE LOS NUEVOS TIEMPOS con otras energías alternativas como podemos ver esta imagen tomada también en Almaraz.

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