La firma del Alcaudón real.

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Armando Aguilera / countrysessions.org

El alcaudón real es un cazador extraordinario. Ataca desde su oteadero a sus presas y puede imitar el canto de algunas aves para atraerles hacia ellos y darles caza. O bien lo hace como voz de contacto para que éstas sigan tranquilamente con su actividad normal y no se alarmen.

Sus zonas de caza son muy diversas: zonas de bosque mediterráneo (encinares, alcornocales, robledales y diversos tipos de matorral), cultivos arbóreos mediterráneos (olivo y almendro), ciénagas y pastizales.

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José Nieto / countrysessions.org

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 José Nieto / countrysessions.org

Su despensa puede llegar a ser muy variada. Estas presas suelen variar de la época estival a la invernal. En primavera y verano suele preferir una dieta insectivora, posiblemente por ser presas de pequeño tamaño y poder así alimentar más fácilmente a su prole (mantis, arañas lobo, escolopendras, escarabajos e incluso escorpiones). Sin embargo con la llegada del frío cambia estas preferencias y pasa a cazar animales de mayor porte (culebras, topillos, ratones, pequeñas aves –jilgueros, carboneros, herrerillos, escribanos…- ranas, sapos, lagartijas…)

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José Nieto / countrysessions.org

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Armando Aguilera / countrysessions.org

Una vez que atrapa a sus víctimas las arponea con mucho detenimiento en espinos (vallas, rosales silvestres, majuelos, etc…) y en la dirección adecuada para poder despedazarlos e ir tragando en trozos. Esto es debido a que carece de fuertes garras como las de otras aves de presa.

Las principales amenazas están relacionadas con las alteraciones de su hábitat, como la gran concentración de parcelas, la agricultura intensiva, incremento del regadío o la excesiva urbanización. Esto hace que se reduzca el número de insectos de gran tamaño de los que se alimenta.

©José Nieto / countrysessions.org