Cuenta la leyenda que tras vencer los griegos a los persas en la batalla de Maraton, Filipides fue enviado a anunciar la victoria en la ciudad de Atenas, la cual se encontraba a 42 kilometros de distancia. Filipides cumplió perfectamente su cometido, pues llego a la citada ciudad para contar la victoria, si bien tras el anuncio, cayó muerto, parece ser de las heridas sufridas en la batalla.
Esta historia, con origen en el siglo V antes de Cristo, es el génesis de una de las pruebas más bonitas, duras y populares del atletismo, LA MARATÓN, con mayúsculas, la prueba atlética por excelencia.
El pasado domingo 22 de Abril se disputó la MARATÓN de Madrid. Los atletas durante unas horas se impusieron a la tiranía de los coches y tomaron las calles de la capital. La fiesta del atletismo inundó la ciudad, si bien, como es lógico, nunca llueve a gusto de todos.
La salida se dio a las 9 de la mañana en el Paseo de la Castellana, así que teniendo em cuenta la tradicional dureza del trazado madrileño calculé que los primero como muy tarde estarían en la meta alrededor de las 11:15, pero yo no quería fotografiar grandes atletas, mi idea era disfrutar de los participantes populares, aquellos que hacen que la MARATÓN sea un verdadero espectáculo.
Soy, he sido y espero ser durante muchos años atleta popular, se lo que se siente cuando oyes los aplausos del publico, cuando chocas la mano de ese niño que lleva un buen rato viendo pasar atletas, cuando llegas a meta y te anima tu familia orgullosa de ti, aunque haga mucho tiempo que los primeros han llegado. Esos son los deportistas que hacen bello este deporte y, especialmente, esta prueba, mi asignatura pendiente, y a ellos va dedicado este pequeño articulo.
Por eso, tras ver el recorrido decidí acercarme a la Glorieta de Atocha por dos razones, ambas igual de importantes, poder animar mejor a los atletas y hacer mejores fotos. En Atocha se encontraba el kilómetro 39 de la prueba, los corredores llevarían nueve kilómetros luchando contra su propio cuerpo y cabeza, a partir del kilómetro 30 el déposito de energía del cuerpo va llegando a su fin, y es cuando el ánimo de las personas es más importante.
Los últimos kilómetros de toda prueba atlética son los peores, las piernas están cansadas, eso si no estás lesionado, la cabeza empieza a preguntarse que haces ahí, con lo bien que se está viendo la carrera desde la acera. Pero al mismo tiempo son los kilómetros que más orgullos te hacen sentir según van cayendo. En el fondo eres un atleta popular, corres por placer, para superarte y la MARATÓN es eso, superarse a si mismo, es una carrera contra ti mismo y contra los 42 kilómetros.
Cuando llego la carrera lleva ya tres horas, el primero hace 45 minutos que ha llegado a la meta, ¿quien ha sido? La verdad es que poco me importa, yo he ido hasta allí para aplaudir al resto de atletas, como lo ha hecho la gente conmigo en otras carreras, para gritarles que queda poco, que en tres kilómetros tendrán un MARATÓN más en sus piernas, y yo les envidiaré un poco más.
Los corredores pasan por delante de nosotros, intento aprovechar para explicarle a mi hijo que significa todo lo que está pasando. Que los atletas llevan casi cuatro horas corriendo, que la chica que va en patines está intentando curar a ese corredor que tiene algún problema, que todo aquel que llega a los 39 kilómetros tiene que sentirse muy orgullos de lo que está haciendo. Que observe, que verá gente de todo tipo.
Un año más, y siempre será así, me sorprende la edad de algunos participantes, esos se llevan mi ovación más fuerte y sorprenden en gran medida al mayor de mis hijos: «mira papa que señor más viejito» exclama una de las veces.
Al final en pocos kilómetros llegarán a meta, en mejores o peores condiciones, pasarán unos días malos, pero poco a poco un run run empezará a intensificarse en su cabeza, hasta que por fin se darán cuenta de lo que es: «hay que volver a los entrenamientos, que falta menos para la MARATON del año que viene».
A ver si hay suerte y en 2013, este fotógrafo no puede hacer este pequeño reportaje, eso significará que por fin tendrá una MARATÓN en sus piernas.
DATOS DE LAS FOTOS: Canon Powershot G12.
Texto y foto: © Miguel Ángel Fernández / countrysessions.org
