De nuevo viajamos a Perú, de manos de nuestro fotógrafo Pablo S. Torras, para conocer otras culturas, y otras costumbres. En esta ocasión, viajamos hasta Arequipa, para conocer la Procesión de la Virgen de Copacaba.
Al llegar a la plaza de Arequipa en seguida oímos la alegre música de una especie de pasacalles. Según nos acercábamos, vimos bajar de un coche una pareja de los que debían de ser dos de sus integrantes, que según se incorporaban a la comitiva, se iban arreglando unos vistosos y coloridos trajes de fiesta llenos de bordos.
Pero mayor fue nuestra sorpresa cuando el pasacalles era en realidad una procesión en honor de la Virgen de Arequipa. La música festiva y la rapidez de la procesión no tenía nada que ver con las circunspectas procesiones de Semana Santa. Más bien parecía ser la celebración de la llegada de la primavera y del buen tiempo.
Aun así, contrastaban los colores del desfile de de la banda de música, con la sencillez y devoción de los porteadores y mujeres que los acompañaban.
Espectacular fue la visión de conjunto del estilo colonial de los edificios de la plaza y las elevadas cumbres, coronadas de nieve, como telón de fondo.
©Pablo S. Torras / countrysessions.org
Articulo perteneciente a la serie
Fotos de un Verano Terminado
- Fotos de un verano terminado (1): Potes, el paraiso artificial.
- Fotos de un verano terminado (2): Crónicas del Perú.
- Fotos de un verano terminado (3): Señales noruegas.
- Fotos de un verano terminado (4): Cambio de tendencias.
- Igreja de São Francisco de Assis o Igreja da Pampulha, Belo Horizonte (Brasil)
- Fotos de un verano terminado (5): Pieles.
- Fotos de un verano terminado (6): Arequipa.
- Las Salinas de Maras.
- La dureza del Altiplano
- Fiestas en el Valle Sagrado.
- Los noruegos y su afición a los coches antiguos.